Según Andrés Galeano, la fotografía opera de una manera similar a como lo hacen las nubes: conecta la instancia de la tierra con lo celestial, canaliza el deseo humano de trascendencia, la voluntad de proyección y ascenso, y las devuelve en forma de imágenes que a menudo  aspiran a representar un sentido y una profundidad que rebasen los de la vida mundana. Galeano, que inscribe su práctica artística en el campo de la postfotografía y que formaliza sus trabajos a través de publicaciones, instalaciones, collages fotográficos, vídeos y performances, se interesa desde hace años por explorar estas conexiones entre la fotografía y lo celestial y, especialmente, por analizar como desde  su nacimiento hasta la actualidad el medio fotográfico ha servido para conectar estas dos instancias.

Alexandra Laudo

Fondo perdido de nubes parte del archivo del primer Servei Meteorológic de Catalunya, SMC,  (1921-1939) para emprender una investigación por diferentes archivos catalanes siguiendo la pista de sus protagonistas: el mecenas y apasionado meteorólogo Rafael Patxot i Jubert, el fotógrafo Josep Pons i Girbau, la familia Campo que vivía en el Observatori Fabra de Barcelona y el entonces director del SMC, Eduard Fontserè.

El proyecto juega con la ambigüedad semántica presente en nuestras lenguas latinas de las palabras “tiempo” (en sus sentidos meteorológico y cronológico) y “fondo” (como archivo y como decorado fotográfico). Es en este punto donde los materiales del archivo del SMC se entrecruzan con la fotografía de estudio de aquella época y sus escenificaciones etéreas, ingrávidas y celestiales.  Fondo perdido de nubes abre, por lo tanto, un diálogo entre dichos fondos de nefología catalana (perdidos y en paradero desconocido durante 45 años) y los fondos pintados de nubes usados en los retratos fotográficos a modo de trampantojos (de los que apenas se conservan originales).  Ambos  fenómenos quedan personificados en la figura de Josep Pons, el fotógrafo de estudio en Blanes que por razones económicas se mudó a Barcelona para ser el fotógrafo de las nubes del SMC hasta su forzada clausura en 1939.

Fondo perdido de nubes, según las palabras de Alexandra Laudo,  es una investigación artística que toma como punto de partida dos prácticas fotográficas que tienen la nube como elemento central de estudio. Una de ellas son los fondos de cielos nublados y anieblados, usados recurrentemente como decorados en la fotografía de gabinete, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Estos fondos se situaban detrás de las personas retratadas, a fin de ubicarlas en un marco abstracto que las realzara. Son, por tanto, un elemento precursor de los actuales wallpapers y los photocalls, así como de los filtros y efectos usados en la fotografía digital y, especialmente, en los selfies. Curiosamente, la mayor parte de estos autorretratos digitales contemporáneos son publicados en las redes, es decir, en lo que se conoce como «la nube», una terminología que de nuevo incide a reforzar estas conexiones entre la práctica fotográfica y el imaginario celestial . Con su representación idealizada del cielo, Galeano también lee estos fondos como manifestaciones de una aspiración a la inmortalidad y a la trascendencia que según el artista es inherente a la práctica fotográfica. En concreto, en Fondo perdido de nubes Galeano introduce referencias a los fondos usados en los estudios fotográficos barceloneses de Anibal Baró, Napoleón, Audouard y Daguerre entre otros. El proyecto de Galeano, pues, es también un valioso ejercicio de revisión de la historia de la fotografía en Cataluña, y una activación, desde las artes visuales contemporáneas, del patrimonio fotográfico histórico.

Este proyecto es una coproducción entre la galería RSC y el M|A|C de Mataró y se muestra  simultáneamente en dos exposiciones complementarias. Ambas muestras van acompañadas de un libro de artista, FPN, publicado en 3 ediciones limitadas de 150 ejemplares cada una: en catalán, castellano e inglés.

La publicación de artista, FPN, funciona como una pieza más de la exposición,  analizando el papel que juega la meteorología en la fotografía y viceversa, la fotografía en la meteorología. Su estructura se inspira en el mítico Atlas internacional de las nubes y de los estados del cielo, con una parte textual y otra de láminas con imágenes.

Su formato 13 x 18 cm, es una referencia al formato más común de los clichés de vidrio que se usaron para fotografiar diariamente las nubes. Y la caja alude tanto a las cajas de material fotográfico (positivo y negativo), como a las cajas de los archivos y a las cajas de transporte – que, por cierto, nunca se construyeron debido a la escasez de madera y que tendrían que haber servido para exiliar todo el archivo del SMC a Noruega durante la Guerra Civil española y así salvarlo de una posible destrucción o expolio.

FPN se articula desde los lenguajes de la meteorología, la  restauración artística y la fotografía para reflexionar sobre el tiempo como agente artístico y la estética de la degradación que éste produce. La publicación muestra una pequeña colección de imágenes –  una de las muchas posibles –  para ensayar un capítulo más en el estudio sobre el cielo metafísico del medio fotográfico y se complementa con textos de especialistas en meteorología, historia de la fotografía y en arte contemporáneo.

———–

Prensa:
– Andrés Galeano, un fotògraf sense càmera. Conxita Oliver. El Temps de les Arts. 16.07.21