La serie fotográfica Inexorable reúne fotografías vintage realizadas y positivadas por Colita, entre 1960 y 1980. 

Según Francesc Polop, director y heredero del Archivo Colita: “Las imágenes de este conjunto hablaban de objetos abandonados, paisajes deshabitados y espacios vividos; en definitiva, del paso del tiempo y de su inexorabilidad. Para hacer visible ese transcurrir de forma radical, decidió realizar copias con un baño final de té y, además, abandonarlas a su suerte en un espacio oscuro y húmedo, expuestas a todas las inclemencias posibles: humedad, polvo, filtraciones de agua. Ese maltrato deliberado dio forma a la serie concebida, no sin ironía, para los amantes del vintage.”

El carácter procesual de la obra refuerza la reflexión de la autora sobre la fragilidad de la memoria y la acción inexorable del tiempo respecto de la imagen como materia. Con la voluntad de registrar en ella la huella del tiempo, Colita expresa su avance inexorable en forma de sedimento que se adhiere a la superficie sensible de los objetos y escenarios captados. El tiempo se manifiesta por tanto como una fuerza ineluctable que transforma todo lo que toca, es decir a manera de marca persistente gravada en los intersticios de espacios y objetos retratados.

El relato que contextualiza estas imágenes transcurre en una estética de la cotidianidad. Con ella, la fotógrafa otorga valor histórico y simbólico a elementos comunes y reconocibles, lo que significa que Colita no solo registra, sino que también documenta e interroga. 

Algunas de las fotos de Inexorable vieron la luz en dos publicaciones históricas: Una tumba, en colaboración con el escritor Juan Benet (Lumen, 1971), y Els Cementiris de Barcelona: una aproximació (Edhasa, 1981), con también imágenes de Pilar Aymerich y textos de Carme Riera. En el año 2005 y posteriormente en el año 2014, la galería de arte La Carbonera y la Fundación La Pedrera, respectivamente, expusieron una selección de las fotografías que integran el conjunto. 

Este proyecto de RocioSantaCruz y el Archivo Colita, que por primera vez se expone íntegro, transciende el archivo estrictamente documental para convertirse en un espacio de diálogo entre sujetos, épocas y miradas. Es decir, propone una reflexión sobre la fotografía como materia viva, que la memoria, la experiencia y la transformación atraviesan. 

En resumen, la exposición reafirma la vigencia de la mirada de Colita y su capacidad para activar, desde la imagen fotográfica, un diálogo dinámico y poético entre pasado, materia y memoria colectiva.

La galería RocioSantaCruz da las gracias al Archivo Colita y especialmente a Francesc Polop, director y heredero del Archivo. 

*Todas las fotografías presentes en la exposición tienen el siguiente copyright
©Archivo Colita Fotografía

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