Estampa 2022
13-16 octubre 2022
Stand 5A11, IFEMA Madrid
Para la presente edición de Estampa, nuestro stand reúne la obra de dos artistas de la misma generación cuya obra oscila entre la plasticidad poética y la idea generada a partir del gesto sobre papel.
Por un lado, presentamos el trabajo de Mar Arza (Castelló de la Plana, 1976), en cuyas piezas e instalaciones la presencia del texto se concibe como un elemento plástico, gráfico y estético, capaz de propagar expresividad y generar una reflexión acerca del contenido y la forma del lenguaje. Podemos afirmar que la obra de Arza, actualmente en la exposición “A pesar / A saber / A tientas”, comisariada por Nuria Enguita en el IVAM, ha evolucionado desde el papel hacia otras disciplinas como la escultura o la instalación, pero siempre con el nexo común, la presencia del signo tipográfico. Por ello, y con la intención de dar protagonismo a estos trabajos, hemos seleccionado un conjunto de obras producidas para su última exposición en la galería, entre las que distinguimos la serie Lindes (2020-21), donde la autora juega con la puntuación y distintos fragmentos de texto para construir una continuidad narrativa; y la serie Estados transparentes (2020), en la que la marca de agua condiciona el soporte sobre el que se construye el texto, y con la que ahondando en la materia de la hoja, se llega a extirpar la marca de agua para desestabilizar el establecido en la página escrita.
Por otro lado, y en diálogo con las delicadas huellas gráficas de Mar Arza, mostramos trabajos en cemento y ladrillo sobre papel de États limites, la última serie del artista francés Jean Denant (Sète, 1979). Obras realizadas para la actual exposición en la galería, con la que el artista pone en cuestión al ser humano a través de la utilización de los materiales propios de la arquitectura, disipando los límites entre disciplinas animándonos a gravitar hacia una sensibilidad poética. États limites hace alusión a la organización de aquellos territorios que, siendo imaginados o reales, se nutren entre sí, poniendo en evidencia la porosa fragilidad de las fronteras, ya sean psicológicas, geográficas, o políticas. Fronteras que son en esencia puntos de inflexión en los que los flujos cambian de dirección, construcciones sociales que no consisten en impedir que las cosas se muevan, sino que actúan como símbolos del propio movimiento. Obras en las que la fragilidad del contenido choca en contraste con la rudeza de los materiales que lo contienen.